lunes, 27 de agosto de 2012

Fauna y Flora del bosque de calden...

"El bosque de caldén"


Llamamos así a una franja que cruza la provincia de norte a sudeste en su parte central y es el paisaje más típico de La Pampa. Se caracteriza por una formación boscosa, que está dominada por el caldén y a la que habitualmente denominados monte.
En esta imagen satelital puedes ver cómo las parcelas cultivadas avanzan hacia el oeste penetrando en el bosque de caldén que está en color rojo oscuro. Este es un límite de transición.
Es la región que los indios llamaban Mamull Mapú, que quiere decir «país del monte».
En gran parte hay un relieve de valles que son depresiones alargadas ocupadas a veces por lagunas.
Están separadas por terrenos elevados llamados mesetas o planicies, o por cordones de médanos.
El de la derecha es un sector de los valles. Puedes localizar la zona fotografiada en el mapa de la Pampa. 
A medida que nos alejamos de la llanura agropecuaria, el medio ofrece cada vez menos posibilidades para la agricultura y la ganadería. Los suelos son más pobres y arenosos; el clima es cada vez más seco, sobre todo en los meses fríos; hay mayor diferencia entre las temperaturas de verano e invierno; el agua disminuye y los pastos son más escasos.
Todo esto hace más difícil la instalación del hombre y, por eso, la concentración de población es menor. De ahí que el paisaje esté menos transformado que en el este. El bosque está formado por plantas espinosas de hojas pequeñas, adaptadas a la sequía. El caldén está acompañado, entre otras especies, por el algarrobo, chañar, piquillín, molle, chilladora, alpataco y pasto puna.
El bosque está formado por plantas de distinta altura. Aquí ha comenzado a talarse para aprovechar la madera. 
En esta región aumenta la cantidad y variedad de fauna.
El ciervo colorado y el jabalí, introducidos desde Europa, junto con el puma, que es autóctono, dan lugar a la caza deportiva. En los últimos años, se ha iniciado el aprovechamiento ganadero del ciervo.
El puma puede producir daños importantes en los rebaños y la vizcacha compite con el ganado en el consumo de pastos, daña las pasturas y los cultivos y facilita la erosión del suelo, pues lo remueve al cavar sus cuevas y lo deja desprovisto de vegetación.
La fauna se refugia en esta región porque hay menos presencia del hombre.
El monte se tala con el propósito de aumentar las superficies para los cultivos de cosecha o para alimento del ganado.
El ganado también consume los broches tiernos de las plantas y las chauchas de caldén y algarrobo que son un alimento muy valioso en épocas de sequía.

Flora...


La estepa herbácea es, en La Pampa, la zona de los cultivos por excelencia.
Debido a sus excelentes suelos en ella se dan: la flechilla, la paja vizcachera, el pasto puna, el alfilerillo, la chilladora, el olivillo. En general se mezclan no sólo con cultivos sino con el chañar, el algarrobo y el caldén.
La zona del monte o del caldenal disminuye de este a oeste. El árbol típico es el «huitrú» o caldén.
Hay también algarrobos, piquillines, jarillas, uñas de gato.
Siempre hacia el oeste, sigue el arbustal. Este distrito se encuentra donde las precipitaciones disminuyen hasta 250 milímetros. Por ello está formado por arbustos ralos y achaparrados entre matas de pastos duros. Así se mezclan los arbustos como jarillas y chañares con pichanas, cardos y alpatacos.











Fauna...

Entre la fauna que hoy se considera propia de la Provincia hay animales que, originarios de Europa, se han aclimatado bien en la región; de allí que se los mencione entre la fauna pampeana. Tal es el caso del ciervo colorado y del jabalí.
 La fauna silvestre –muy especialmente los carniceros– ha sido muy combatida por el hombre, por lo que se considera que muchas especies se hallan en peligro de extinción. Comadrejas, zorros grises de La Pampa, gatos monteses, gatos de los pajonales, liebres europeas y maras, pumas, peludos, piches, mulitas, son algunos de los representantes de las especies pampeanas.
El guanaco, que antes era muy abundante, hoy está en serio peligro de desaparecer. La vizcacha, siempre prolífica en La Pampa, ha sido declarada plaga provincial.
También hay en La Pampa gran cantidad de aves: chimangos, palomas en sus distintos tipos, perdices. Un ave muy importante es el ñandú, cuya caza está prohibida, pues el valor de sus plumas dio lugar a una caza en forma descontrolada que puso en peligro la especie en un momento dado. En épocas lluviosas, patos y otras aves acuáticas proliferan, pero emigran en los períodos de sequía. Otras veces son el halcón, el aguilucho, el gorrión y los loros.
En cuanto a los reptiles, hay víboras de coral, falsas yararás, lagartos, lagartijas, iguanas.
La relación de la cadena biológica en La Pampa se ve afectada por distintos factores, como la acción depredadora del hombre, inundaciones, sequías prolongadas, incendios. Es necesario entender que el cuidado de la naturaleza se debe efectuar por nuestro propio bienestar y tratar de que no se quiebre la relación entre tierra, vegetación, agua, clima y ser humano.

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